Las mujeres que no aman a los hombres, un ex marido enojado. versión 2.0

Estacionó el coche, en el aparcamiento exterior. Justo cuando terminaba de aparcar, Ari se le asomo a la ventana del coche. Le abrió la puerta con cortesía, Andria tomo su bolso, salió del coche y le extendió la mano a saludarlo. Todo muy correcto y cortés.
Aris la observaba, sus ojos se fijaban en los suyos como que buscando cualquier señal.
Andria se ruborizó. Como la miraba, como que le desnudaba el alma. Que mal gusto, pensó, pero le dirigió una sonrisa encantadora mientras se dirigían a un bar.
Aris, le indico una mesa, pero Andria no podía dejar de pensar en la mirada que le dirigió aquel hombre... trató de olvidar la incomodidad que sintió bajo su mirada y se calmó.
-Que vas a tomar? Su voz era fría e impersonal, intentando ser amable, se le notaba un poco irónico, acompañaba cada frase con una sonrisa falsa y peligrosa.
- Un café, por favor.
Lo observó al dirigirse hacia el camarero y hacerle el pedido, creo que se está riendo a mi costa, y esa conclusión hizo que se sobresaltara.
-Parece estar cohibida -observó con suavidad-. Se deberá tal vez a que no está acostumbrada a que le traten con amabilidad y cortesía. No, no puede ser. Debe existir otra razón para su comportamiento. Dígame, por qué? Si es por lo que ha pasado, tranquila, en relación al rompimiento de mi casamiento, fue el resultado de un malentendido, pero a pesar de dar una explicación a mi ex mujer,  no fue lo suficiente, pienso que la explicación tenía que venir de si.
-Parece muy desagradable que su ex mujer no le tenga ninguna confianza. A lo mejor le ha dado motivos para ello. –comentó- en cuanto pensaba, un hombre culto, inteligente... De qué podrían hablar en pareja? Como es que a un hombre como aquél le gustaría Babi en particular? Estaría enamorado en su tiempo.
Me va a ayudar?
Evitó la respuesta, haber ido allí tampoco había sido prudente. Le había pillado en una trama y no encontraba la forma de salir de ella.
-Está bien, iré a ver a su ex mujer .Cuándo quiere que vaya?
-Tan pronto como sea posible... mañana –lo decía sin ningún convencimiento, se le notaba-.
-Le pido disculpas debo irme al baño-y desapareció por el pasillo del centro comercial, dando la idea del deber cumplido.
Andria, se quedo sola por momentos, y no conseguía conciliar sus pensamientos. Todo era confuso para ella, se sentía atrapada, la promesa que le había hecho no le preocupaba lo mas mínimo, le preocupaba la seguridad de Ares y la ironía que transpiraba en cada palabra.
-Bueno, Debo irme ahora.
- Espero que cumpla su promesa.
-Sí, hablaré con su ex mujer. -y se dirigió decidida al coche-.
Vaya sorpresa el coche no arrancaba. –Estaba muy cerca de un ataque de nervios-. Vaya jugada en aquel preciso momento?
Salió del coche y salió corriendo buscando a Ares.
Este sorprendido, le preguntó.-Ha olvidado algo?
Movió la cabeza, sintiéndose ridícula mientras le explicaba que su automóvil no arrancaba.
-El mismo problema otra vez?  Le advertí que lo arreglara, mejor llamar la grúa, van a cerrar el parque.
Saco del móvil y llamo al servicio de grúas, pero nadie contestaba, tengo malas noticias -le dijo, -No hay nadie disponible hasta mañana...
-Mañana? Pero si tienen un departamento de emergencia.
-Parece que todos están fuera. Tal vez hayan tenido muchas emergencias. Sin embargo, no se preocupe, yo la llevaré a su casa.
-Muy amable por su parte, pero puedo tomar un taxi.
-Ni pensarlo -sonrió él-. Entre que la llevo a casa.
-Usted va a viajar... No, tomaré un taxi.
-Siéntese. Ya he dicho que la llevaré a su casa, solo tengo que pasar por el centro a comprar tabaco.
Cuando se dio cuenta, Andria , estaban en medio de la ciudad en el casco viejo, Ares , paro el coche justo a la puerta del bar donde toda la cuadrilla, se encontraba bebendo copas, Le habían ya visto y le saludaban desde dentro.
Ares, salió rápidamente del coche, entró al bar y pedio cambios para la maquina de tabaco, y pedio una botella de vino para llevar.

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