Yo escribo mi vida , mis emociones, me desnudo a quien me lee ya que por ignorancia y incapacidad no puedo escribir la vida ajena. Lo hago desde la soledad, desde todas las soledades que conozco. La soledad es la plaga de este siglo, una epidemia incontrolable para la cual no hay mas medicina que el amor. Existen tantas soledades como tantos individuos, vidas que coexisten en el tiempo en planos que nunca se encuentran. La soledad consciente es una opción, la opción de mirar el mundo desde unos ojos solos , lejanos de la sociedad , pero mirándoles desde lo alto, con perspectiva y desde un pensamiento critico. Cuando hablamos de la soledad de las grandes ciudades, no es mas que una disculpa, para algunos de la impotencia de realizarse y ser felices. Un espacio urbano en que los hombres o mujeres , intelectuales, aventureros que buscan fortuna , gente sencilla o complicada, muchos de ellos provincianos, pero todos ellos inseguros, cerrados en su existencia, ...
Hoy he decidido escribir un poema. Su primero verso es una frase que resume el embrión del hombre aun no nacido. Una frase que contiene en si mismo las metamorfosis de un proyecto de ser, que así renace como una mariposa y materializa tan solo lo imposible. Yo , espectador me quedo impasible mirando tanta belleza no soy mas que voluntad, su voluntad , la del poema , y inscribo la primera palabra de ese poema. MAR ( continuo pensando palabras ) Algunas palabras se asoman desde mis brazos y se abren, como música, el cuerpo hecho sonidos, susurra. Me molestan las palabras que gritan y afirman cosas, me quedo con los sonidos, las sílabas que viven en mi memoria. Palabras silenciosas, sutil respiración. No puedo continuar, cada palabra o sílaba que pienso, es como escuchar el mar en una caracola milenaria, de un tiempo lejano, un mar que ya no existe. Mejor escucho el silencio, pero que silencio ? El silencio en la ausencia de la palabra Un silencio que conoce toda mi ignorancia Silenc...
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