Cont.II Las mujeres que no aman a los hombres, versión 2.0
Se moría de curiosidad por saber lo que había pasado, esperaba impaciente por la mañana, para llamar a su amiga, ya que su marido estaría trabajando a esa hora.
-Buenas, como te ha ido?
-Se escucho una carcajada, eres genial, si no fuera por la situación, me habría partido de la risa, los dos de toalla y el de zapatos y calcetines, era surrealista.
-Pero funcionó?
-Como que funcionó, lo tengo donde le quería, y el crio no tardo a comentárselo a la abuela.
-Mi madre me llamo a primera hora a saber lo que pasaba. Hice un esfuerzo, imagina, para contárselo sin reírme. Lo tengo a pie de calle, es solo darle un empujoncito más.
-A ver mujer, que lo tienes que hablar con un abogado, no hagas tonterías. Ni te precipites. Si lo haces bien, tienes una pensión para ti y otra para el crio y eres una mujer libre. Casa, pensión y una vida tranquila, que mas quieres?
-Pues a ver como se sale, ya le he dicho que buscara casa para que pueda amistar con sus amigas, y conmigo que no contara más. Que me había callado por el crio, pero en casa le he dicho de todo, por mas que dijera que era inocente y que era una injusticia. Me he ido a dormir al cuarto de las visitas, para que lo tenga claro. La primera batalla esta ganada.
-Y ahora el otro?
-El otro déjalo andar que a lo mejor me va hacer falta, que una separación es complicada de llevar y siempre me hecha una mano, por si las moscas. No le doy ni para tras ni para delante, anda ahí y lo voy entreteniendo.
-Tu es que sabes, pero no te vuelvas a meter en líos. Pero dime, cual es tu gran secreto? Total que no me lo contabas.
-No se como decírtelo, pero en muy poco tiempo no lo podre esconder. Estoy embarazada.
-Que? Que me dices? Y quien es el padre?
Si te lo dijera…, mejor lo dejamos así.
-A ti te parece que es el mejor momento para tener otro hijo?
-Pues no, me viene fatal, estoy pensando en abortar. Antes pensé en tenerlo y hacerlo pasar por hijo de mi marido, pero ahora vistas las cosas como están, mejor aborto.
-Pues me parece una decisión mas sensata, se quieres te acompaño, para que no te sientas tan sola.
-Te lo agradezco de corazón, me faltaba coraje para asumirlo, lo tendré que hacer en las próximas dos semanas, lo quiero hacer antes de los tres meses.
-Conozco a una clínica muy discreta, se quieres mañana pasamos por ahí. Mañana a las diez paso por tu casa a recogerte y vamos.
-Vale, quedamos así. Te espero mañana.
No eran las doce y salían de la clínica, salieran tan silenciosas como entraran, esa mañana las dos amigas mal intercambiaran palabras. Todo era silencio y no tenían nada que decir.
Llegaran a su portal, ella salió silenciosa del coche, -Déjame sola un par de semanas ya te llamo cuando tenga superado esto - balbució unas gracias y se dirigió a casa-. Lo tenía resuelto, no había nada más que la prendiera a nada, solo su hijo. En dos días con la ayuda de su amiga había aparcado dos problemas.
Pasados unos quince días llamo a su amiga. -Creo que nos hemos ganado salir esta noche –dijo-. Qué te parece salir de copas?
-Bien -contestó su amiga del alma-. Te paso a recoger luego de la cena. Estará tu marido?
No que va, ese así que termina el trabajo se va directo con la cuadrilla de potes, por el casco viejo, y el próximo finde se marcha a vivir a otro lado.
Cuando salieron eran sólo las nueve y media de la noche.
Entraran a un bar, y ahí estaban todos sus amigos de infancia.
- Hola! –saludó uno con efusión, contento de ver a las dos chicas. Estábamos diciendo en este momento que nos quedaríamos hoy por aquí, pero con vuestra llegada haremos una ronda por los bares de siempre.
Pronto estuvieron todos juntos y solo se escuchaban gritos y largas carcajadas de satisfacción. Nuestra mujer, estaba sonriendo sobre algo que acababan de decir, cuando su mirada se volvió fría al observar otra mesa. Sus ojos se abrieron por la sorpresa. Se levanto y se dirigió a la mesa de una pareja, que por lo que parecía se lo estaban pasando genial.
-Tu aquí? –murmuró-. Hala… y con prometida, si que tu novia lleva un anillo de compromiso! –El hombre parecía realmente enamorado, no tenía ojos para nada más que para la mujer que estaba sentada junto a él.
Y dejo escapar, - Comprometida...! –Balbució-pero hace sólo tres días que...
-Mi prometida... es... ... ésta es mi amiga.
Se limito a extender la mano, observando la cara ruborizada del hombre. La mujer murmuró algo, respondiendo a su sonrisa y saludó.
Estáis tomando algo ? Pregunto el hombre.
Se levanto y se dirigió al balcón del bar, acompañado, por nuestra mujer, que así que se distancio un poco de la mesa, disparó.
-Como me puedes hacer esto? Yo pensando que teníamos una relación.
-No, no teníamos una relación, o te recuerdo que me dejaste plantado, para no hablar de que tienes otro. No me puedes estar hablando en serio. Y lo se, no porque me lo tengan contado, lo sé porque lo he visto contigo, saliendo de su casa. Así que sobre ese tema no tenemos nada más que hablar.
Se acercó su prometida, y pegándole de la mano, le dijo, Vamos a ir a una discoteca, verdad?
-Así es cariño. Nos vamos ahora mismo.
-Quiero saber toda la verdad. Es evidente que te has visto con ella mientras estabas comprometida conmigo, no?
-Así es -contestó- Lo siento mucho, pero tu te estabas a portar muy mal conmigo, ésa es la verdad.
Siguió un silencio embarazoso.
En esto llego su amiga que ha venido a salvarla, - Este es el de las llamadas secretas, no? Pues por lo que veo te ha ido mal, es la primera vez que te veo saliendo perdiendo. -Todo lo que pudo pensar en aquel momento fue que su amiga, por muy amiga que fuera, le andaba tomado el pelo al tío ese, que le pensaba usar para aguantar su separación, para luego dejarle también y así como siempre, comprometerse de inmediato con otro que le fuera mas útil, pero que este había sido mas listo y mas rápido y la dejo tirada a ella. Cuando de la escena de las toallas su instinto le había dicho que algo estaba mal, pero de cualquier forma, ya era muy tarde para quejarse, a pesar de su enojo. Además que el plan lo había creado ella. Aun así no aguantó y dejo escapar un comentario.
-Pensar que permití que me metieras en un lío semejante. Sólo -le dijo enojada- para dejarte el camino libre para otra de tus frívolas escapadas, y total para que finalmente te quedes sola.
-El próximo será definitivo -contestó-. Estuviste de acuerdo conmigo con que me debería separar. Él se estaba aprovechando de mí, y no era feliz, como bien lo dijiste.
-Esto debiste haberlo descubierto antes de casarte con él.
-Ya te dije cómo fue -contestó, manteniendo un semblante frio y serio- Era lo mejor que podía hacer en ese momento y lo mejor para mi familia.
-No creo ni por un momento que te obligaran a hacerlo.
-Y tu que sabes?
-Pues no me ha parecido mala persona, más bien demasiado crédulo aun que inteligente, y muy generoso y cortes.Estoy empezando a creer que te pasaste completamente -le dijo en tono recriminador-. Por algún momento pensaste en mi ? tu imagina que tu marido adivinara lo que estaba sucediendo.
- Imposible, el plan era tan bueno que nada podía fallar.
Se hizo silencio.
Como lo llevas con el ahora? Nunca me contaste lo que en realidad paso después.
-De verdad que no paso nada, no hizo nada ni el más mínimo esfuerzo por recuperar la relación, así que estaba en lo cierto cuando decías que no me quería. Cómo podía continuar casada con un tipo que no me amaba?
-No, tienes razón. Tú debías saber que él no te quería. Alguna vez te dijo que te amaba?
-Pues no, pero son pocos los hombres que te lo dicen, Ya sabes a lo que me refiero.
-Ahora mismo ya no sé de nada, no sé a qué te refieres. Así que es mejor que te expliques.
-Se caso conmigo, así que pensé que me amaba. No es el tipo de hombre que demuestra lo que siente.
- El tono de la conversación, fue cambiando y finalmente se permitió comentar relativamente a lo poco romántico que era su ex marido- Tal vez lo sería si se enamorara locamente de alguien. –y sonrió-.
-Te llevaré a casa —se ofreció, pensando que ella le había convidado. Fue una noche tonta, no disfruto de la velada, cuando mucho supo un poco más del ex marido de su amiga, aun que le parecía la persona menos interesante que había conocido en su vida.
Ya cerca de la puerta de su casa se despidieran, y quedaran para otro día.
Ya en casa, pensaba. Qué maravillosa sensación de libertad! Esto de ser de nuevo soltera. Ningún hombre que me ordenara qué hacer o al que esperar. Podría ir a su casa a media noche si quería... o sencillamente no ir. Libertad! Desde luego que nada en la vida era tan importante como eso.
Su amiga, llego a casa y se sentó frente a la chimenea, preparándose para tener una velada tranquila acompañada de un libro.
Comentarios
Publicar un comentario