Caperucita Roja y el Lobo Feroz (psicoanalice)
En los cuentos de hadas que designamos de retorno, la sexualidad aparece de forma indirecta o disfrazada de genitalidad, esta se presenta como amenazadora y debe ser evitada porque el niño no está preparado para ella. Esto no quiere decir que el niño sea asexual, todo por lo contrario aun que esta sexualidad se presenta como anal u oral.
En el cuento la Caperucita Roja, el rojo hace una referencia indirecta al fuego que es uno de los símbolos y una de las metáforas utilizadas en la cultura occidental para referirse al sexo, el lobo es el malo, se prepara para comer a la niña. Ingenua, muy joven, creando una ambigüedad en el cuento, confundiendo la fragilidad de la niña con la de la abuela, vieja y enferma, ambas necesitan de ser salvadas por el cazador que mata al lobo y las conduce salvas a casa.
Hay dos figuras en conflicto: el lobo que es malo seductor y perverso, que usa la boca para seducir y comer, y un salvador humano, que se identifica con el bien, que utiliza un hacha (escopeta) y se presenta como cazador y salvador.
Hay tres figuras femeninas: la madre (ausente) que le advierte a la niña de los peligros del bosque, la abuela (vieja y enferma) que no interviene en la acción, y su papel es estar ausente, se sale de su casa buscando el leñador para que le ayude defendiendo la niña del lobo, la niña (imprudente) sorprendida en el dialogo con el lobo, por el tamaño de sus dientes y boca, de tal forma sorprendida y fascinada que cae en la trampa y casi se deja comer, si no fuera la intervención del leñador.
La sexualidad del lobo no es tan solo brutal y destructora como infantil, o sea que es asumida por la boca de forma oral, tan infantil como la de la niña. El acto de comer , en los cuentos de hadas tiene una conexión directa con la sexualidad, presentada de forma oral.
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