Buenas fiestas, evocación histórica del exiliado y expatriado
Disculpen por la ausencia, ha sido una ausencia por un lado elegida y por otro impuesta. Elegida porque necesitaba de encontrarme a mi mismo, escuchar mi silencio y pensarlo.
Impuesta por las condiciones meteriológicas con cerca de metro y medio de nieve, la verdad es que me encanta este sentimiento de isla en medio de tanto blanco.
Este debate entre lo elegible y lo impuesto, me hice recordar la diferencia entre un exiliado y un expatriado.
Nadie tiene mas patria que el que la perdió y la vive como que lejana , silenciosa y perdida.
En estas fechas recuerdo desde siempre el sentimiento de lejanía y abandono del que por una u otra razón, miraba por la ventana la casa de otros , extraños en país extraño el de un país extranjero, sin amigos ni mano conocida que te acerque algún calor, o por lo menos alguien que pronuncie tu nombre.
Con el paso de los años te acostumbras a tal sentimiento, el del abandono. Como de difícil, amarga es la vida que te hace insensible a lo que a otros representa proximidad y alegría entre los gritos de los niños en la sorpresa de los regalos de navidad.
La sensación de ausencia , de silencio, la noticia que no llega de un país – patria , de una familia, de unas caras que ya no identificas con el paso de los años.
Con otros como tu , intercambias suposiciones de lo que por ahí pasa, noticias que no llegan y a las cuales nadie contesta, y siempre llega el comentario , estar en la cárcel seria peor. La cárcel en libertad, es otra forma de estar prisionero, con la rabia de la impotencia respiras mas rápidamente, y es como que el mismo aire que respiras fueran rejas que te aprisionan, es tu cárcel, así que moderas la respiración y el dolor se te hace mas llevadero.
Estoy seguro de que este discurso te puede parecer casi histórico, antiguo y sin actualidad social, pero no lo puedo evitar, es este el discurso de un viejo lobo, ya sin dientes para morder y cansado de la historia. Para ti , que vives la “libertad” en un régimen de un estado del “bien estar” te deseo buenas fiestas y que nunca, jamás , tengas que escribir un texto semejante, que se quede este texto en lo que es , un evocación histórica del exiliado y expatriado.
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