El libre albedrío. Como decidimos?
La doctrina del libre albedrío profesa que uno puede tomar la decisión y dar forma a su destino, independientemente de su herencia genética y la influencia ejercida por su entorno.
El argumento es que el comportamiento humano es libre, o al menos no se ha determinado plenamente, por lo que es inútil tratar de controlarlo, porque siempre se puede tener libre albedrío para actuar de forma distinta, lo que ha mantenido esta crítica es el hecho de que siempre existe la posibilidad de evadir las previsiones, el control sobre el comportamiento es factible y deseable y como consecuencia del sabemos que pueden generar el cambio de forma positiva en la vida humana y en la sociedad.
La (educación, psicología, psiquiatría) sólo puede alcanzar sus metas si los profesionales involucrados tienen conocimientos para ejercer el control sobre el comportamiento.
El objetivo de los profesores, por ejemplo, es moldear el comportamiento de los estudiantes para que puedan beneficiarse de lo que les aporta la sociedad, así como el objetivo del psicólogo o psiquiatra cuya función es cambiar el comportamiento del paciente para que se pueda integrar socialmente y psicológicamente mejor que antes de recibir ayuda terapéutica. Sin embargo, la mayoría de los profesionales no admiten que controlan el comportamiento de los pacientes. Prefieren decir que simplemente se les ayuda a lograr el control sobre su propio comportamiento.
Por lo tanto, el libre albedrío no es libre, el condicionamiento de refuerzo y el castigo a la persona a través de los años en sus vivencias sociales junto con la herencia que le trajo le condicionan en su libertad.
Incluso los tratamientos que profesan el crecimiento interior siempre existe por parte del terapeuta un condicionamiento a esa libertad, el terapeuta sabe que está ejerciendo este control.
Sabemos que el proceso de aprendizaje es el condicionamiento del que aprende al saber que adquiere, somos lo que sabemos y al aprender cambiamos condicionados por lo que aprendemos. Perdemos de alguna forma libertad.
Todo esto seria terrible si no existiera otra verdad neurológica.
He aprendido experimentalmente que cuando decidimos lo hacemos en dos fases. La primera es inconsciente y podríamos decir que pesa mas de 95 % en la decisión, o sea cuando pensamos en decidir ya todo esta decidido. Así que el tema del libre arbitrio como tema de profunda discusión ética deja de tener sentido o por lo menos pesa cerca de 5 % en todo lo que hacemos.
Y que pasa en ese inconsciente decisor ? Es el animal que decide , con su carga genética aprendida al largo de muchos años y generaciones. No vemos no analizamos de una forma única, lo que vemos , o sea la realidad del mundo que analizamos es constituida por capas ( unas 30) que refieren a distintas zonas del Sistema nervioso central, visión , olfato … entre las cuales los signos que atribuimos a cada conocimiento.
Todo esto es parte de la elaboración de una realidad que construimos en el inconsciente y que nos da la decisión final.
Así que usted no decide, lo decide todo o casi todo su inconsciente.
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